«Hace aproximadamente 2.700 años las cumbres de Gran Canaria ardían. Siguiendo una fisura que recorría las cumbres nororientales de la isla, varias bocas volcánicas escupían fuego y abrazaban los fondos de los barrancos hacia Valsendero y Barranco de la Virgen y hacia Fontanales.
Las profundas e inaccesibles gargantas de estos cañones se anegaban de lava fundida sepultando para siempre su más preciada expresión de vida allí guardada. Más