A veces me creo el cuento de que soy como Dios. Y sí, puede sonar muy patudo de mi parte, pero a veces siento que estoy un poco más arriba de la escala del resto de las personas al creer que no necesito de otros para vivir y que “me la puedo solita”. Que puedo pasar mis tristezas sola sin preocupar al resto, y que tengo una relación tan cercana con Dios, que no necesito de otro consejero y amigo fuera de Él para confesarme y contar mis problemas. A veces me creo el cuento de que soy como Dios... Más