Roberto Fontanarrosa fue uno de los mejores narradores argentinos. Lejos de los círculos literarios y de sus coetáneos, el Negro supo cultivar un público lector a vez popular y culto. Este corto (del ciclo “cuentos de Fontanarrosa“) ejemplifica esta unión entre lo lírico y el barrio: un cristiano común que cavila sobre la densidad del tiempo y pondera, además, las gastadas que se va a morfar si el club de sus amores pierde el clásico. Hasta el vuelo de los pájaros, suena como un augurio amargo. Еще