ra tomar el aperitivo, picar entre horas o pedir un cortado cuando no te apetece hacer cola en la cafetería. Las máquinas expendedoras han sobrevivido a las cabinas de teléfonos sin apenas actualizarse. Y no es porque no les haga falta. Cuántas veces habremos tenido que hurgar en la cartera para encontrar esos céntimos que faltan para comprar lo que queremos. Por no hablar de la chocolatina por la que ya hemos pagado y no acaba de caer. La tecnología puede abordar estos problemas desde otro ángu 更多